Este proyecto reúne creatividad, comunidad y conciencia ambiental para repensar nuestra relación con los alimentos y el planeta.

​

Se trata de aprender haciendo, utilizando la música y la animación como herramientas de cambio, y ofreciendo a niños, jóvenes y familias formas sencillas de cuidar, actuar e imaginar un futuro sostenible.

​

​

 

A lo largo del proceso:

 

• La conciencia sobre el cambio climático y el desperdicio de alimentos se integra en la vida cotidiana.
   

• Se invita a niños y familias a construir hábitos más sostenibles.
   

• La música, los relatos animados y las herramientas de aprendizaje digital ayudan a que el mensaje perdure.
   

• Jóvenes voluntarios se convierten en voces locales por el desperdicio cero.
   

• Pequeñas acciones creativas contribuyen a reducir la huella de carbono.